dimecres, 23 de juny del 2010

Pensando en el burka... (Diario de una taquillera azul)

¿Como debe ser no tener que preocuparse por el aspecto físico de cara a los demás?
¿Nos creemos libres de cobertura y, sin embargo, nos ahoga el no estar a la altura de la imagen esperada?
¿No es esa imagen esperada una privación de la libertad del ser libre que somos?
¿Que diferencia hay entre ir cubierta con un trozo de tela o ir cubierta con una "cara bonita"?

Solo los necios juzgan antes de haber explorado cada rincón de la reflexión; solo los más necios hablan de los necios, pero es que, si nos fijamos bien, parece que nacimos para juzgar.
Todo conflicto nace de la contradicción de dos fuerzas opuestas y ¿por que opuestas? Por la subjetividad, por la valoración, por el maldito juzgar del que nos cuesta tanto deshacernos, si es que a caso lo intentamos. Y, ¿que nos queda si no juzgamos? ¿una utopía quizá? Lo imposible, no existiría ni utopía. Un sujeto neutro no puede existir, ¿o sí? No se, me sumergí ya en la complejidad de mis pensamientos y ahora digo: la distinción entre el bien y el mal y la moralidad no son culturales, sino algo inherente al instinto de supervivencia animal.
Lo bueno es lo que favorece la conservación y reproducción de la especie; lo malo, aquello que la aniquila o perjudica. Y cualquier ser forma parte del colectivo "especie", sea como sea, haga lo que haga. Así pues, lo malo será aquello que perjudique en cualquiera de sus dimensiones las necesidades del ser instintivo de supervivencia. Lo bueno por el contrario, la complicidad, por supuesto.
Y retomemos el punto de partida porque no me queda tiempo, ando vendiendo entradas para no variar mi rutina y en breve empezara a acumularse la masa indeseable de gente.

¿Por que tenemos tan clara la criminalización del burka? ¿De verdad nos hemos planteado esta cuestión? ¿Están nuestras valoraciones argumentadas en profundidad? O simplemente esta el problema en nuestra base argumental...